El Ejercicio como Tratamiento para la Artritis.
La artritis literalmente significa «inflamación de las articulaciones,» pero generalmente se refiere a las más de 100 enfermedades reumáticas y condiciones relacionadas que pueden causar dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones y los tejidos conectivos. Afecta a uno de cada siete Americanos de todas las edades. La artritis también puede deteriorar los sistemas de soporte de las articulaciones, incluyendo los músculos, los tendones, los ligamentos y otras partes del cuerpo. Mientras que las medicinas pueden ser parte de un plan de tratamiento recomendado para las personas con artritis, un programa de ejercicios hecho a tu medida puede ser beneficioso para manejar el dolor y la fatiga, así como para preservar la estructura de las articulaciones y su función.
Una vez que sepas que tipo de artritis tienes y entiendas qué síntomas puedes esperar tener, tú y tu doctor o fisioterapeuta pueden desarrollar un programa equilibrado de actividad física para reducir los efectos perjudiciales de la artritis y promover la buena salud en general. La artritis y el ejercicio La rigidez, el dolor y la hinchazón asociados con la artritis pueden reducir severamente el rango de movimiento de las articulaciones (la distancia normal en que las articulaciones pueden moverse en ciertas direcciones). El evitar la actividad física debido al dolor o al malestar también puede conducir a la significativa pérdida de músculo y a la excesiva subida de peso.
El ejercicio, como parte de un plan de tratamiento integral para la artritis, puede mejorar la movilidad de las articulaciones, la fuerza de los músculos y en términos generales la condición física así como ayudar a mantener un peso saludable. Un programa hecho a tu medida que incluya un equilibrio de tres tipos de ejercicios, tales como: ejercicios con rangos de movimientos, de fortalecimiento y de endurecimiento, pueden aliviar los síntomas de la artritis y proteger las articulaciones de un daño futuro. El ejercicio también puede: Ayudar a mantener movimientos normales de la articulación Incrementar la flexibilidad y fuerza del músculo Ayudar a mantener el peso para reducir la presión en las articulaciones Ayudar a mantener los tejidos del hueso y del cartílago fuertes y saludables Mejorar la resistencia y el buen estado cardiovascular Ejercicios de Rango de Movimiento Para ayudar a aliviar el dolor las personas con artritis, frecuentemente, mantienen dobladas sus articulaciones afectadas, especialmente en las rodillas, las manos y los dedos porque es más cómodo durante las etapas tempranas de las artritis. Mientras que esto puede aliviar el malestar temporalmente, dejar una articulación en la misma posición por demasiado tiempo puede causar la pérdida permanente de movilidad y dificultad en las actividades diarias. Los ejercicios de rango de movimiento (también llamados ejercicios de estiramiento o flexibilidad) ayudan a mantener la función normal de la articulación incrementando y preservando la movilidad y flexibilidad de ésta. En este grupo de ejercicios las articulaciones afectadas se acondicionan al ser estiradas y dobladas gentilmente y de una manera controlada tan lejos como puedan llegar confortablemente.
Durante el curso del programa de ejercicio de rango de movimiento, las articulaciones son estiradas lo más lejos que se pueda de manera progresiva (manteniendo niveles confortables) hasta que un rango normal o cerca de lo normal sea alcanzado y mantenido. Además de preservar la función de la articulación, los ejercicios de rango de movimiento son una forma importante de calentamiento y estiramiento y deben ser realizados antes de realizar los ejercicios de fortalecimiento o endurecimiento o antes de comenzar con alguna otra actividad física. Un doctor o fisioterapeuta puede darte instrucciones en cómo realizar ejercicios de rango de movimiento para los dedos, los hombros, la espalda, la barbilla, el cuello, las caderas, las rodillas y los tobillos.
Los Ejercicios de Fortalecimiento Los músculos fuertes ayudan a mantener estables las articulaciones débiles, así mismo ayudan a mantenerlas más cómodas y protegidas en contra de futuros daños. Un programa de ejercicios que condicione el fortalecimiento de grupos de músculos específicos puede ser beneficioso como parte de tu programa de tratamiento para la artritis.
Existen varios tipos de ejercicios de fortalecimiento que cuando se realizan apropiadamente, pueden mantener o incrementar el tejido muscular de apoyo sin dañar más las articulaciones afectadas. Algunas personas con artritis evitan hacer ejercicios debido al dolor de las articulaciones; sin embargo, un grupo de ejercicios llamados isométricos están diseñados para fortalecer el grupo muscular que lo necesite, sin doblar las articulaciones dolorosas.
La isometría no involucra el movimiento articular, pero en cambio fortalece grupos musculares al usar series alternadas con flexiones musculares aisladas y períodos de relajación. Otro grupo de ejercicios llamados isotónicos son similares a los ejercicios de rango de movimiento porque involucran movimiento articular. Sin embargo, este grupo de ejercicios es más intensivo, logrando el desarrollo de la fuerza a través del incremento de repeticiones o velocidad de las repeticiones, o al introducir resistencia de pesas livianas con pequeñas pesas o ligas de estiramiento. Un fisioterapeuta o instructor de salud física (preferiblemente uno con experiencia en trabajar con pacientes con artritis) puede darte instrucciones de cómo realizar ejercicios isométricos e isotónicos correcta y efectivamente.
La hidroterapia o acuaterapia (terapia de agua), es un programa de ejercicios realizados en una piscina grande. La acuaterapia puede ser más fácil para las articulaciones dolorosas debido a que el agua quita algo de peso de las áreas afectadas mientras provee entrenamiento en resistencia.
Ejercicios de Resistencia La fundación del tratamiento de resistencia son los ejercicios aeróbicos. Estos incluyen cualquier actividad que usa grandes grupos de músculos, pueden ser mantenidos continuamente por un largo período de tiempo y son de naturaleza rítmica. La actividad aeróbica acondiciona al corazón, los pulmones y el sistema cardiovascular a que: Usen el oxígeno más eficientemente Suplan al cuerpo entero con grandes cantidades de sangre rica en oxígeno Construyan tejidos musculares más fuertes Cuando se acompaña de una dieta saludable, la actividad aeróbica también es fundamental para controlar el peso (lo que reduce la excesiva presión en las articulaciones afectadas) y mejora la salud en general. Las personas con artritis, al principio, deben realizar cerca de 15 minutos de actividad aeróbica al día (a ésto se le llama duración del ejercicio) por lo menos tres veces por semana (a ésto se le llama frecuencia del ejercicio), luego gradualmente se va incrementando a 30 minutos diarios.
La actividad también debe incluir por lo menos 5 a 10 minutos de calentamiento y de 5 a 10 minutos de enfriamiento. Mientras que los mayores beneficios se logran cuando una actividad aeróbica es realizada continuamente por lo menos durante 30 minutos, los ejercicios aeróbicos se pueden esparcir en segmentos más pequeños de tiempo a través del día de la manera que más te convenga, a tu comodidad y sin sobre-esforzarse.
Los ejercicios aeróbicos deben ser realizados en un lugar cómodo y fijo que te permita hablar normalmente y fácilmente durante la actividad. Pregúntale a tu fisioterapeuta qué intensidad de ejercicio es apropiado para tu nivel de estado físico. La intensidad es cómo de duro estás haciendo el ejercicio. Durante el ejercicio, el «rango de entrenamiento de tu corazón» o el ritmo de entrenamiento de tu corazón debe de vigilarse de cerca.
Para mejorar la condición aeróbica de tu cuerpo, necesitas hacer ejercicio a una intensidad de entre 60 y 80 por ciento de tu máximo ritmo cardíaco. Ejemplos de actividades aeróbicas incluyen caminar, nadar, baile aeróbico de impacto bajo, montar bicicleta e incluso se pueden incluir las actividades diarias como cortar el césped, rastrillar las hojas o jugar al golf. Caminar es uno de los más fáciles programas de ejercicios aeróbicos para comenzar porque no requiere de habilidades especiales o de otros equipamientos que no sean el apoyo de un par de zapatillas para caminar, además es menos estresante para las articulaciones que el correr o trotar (hacer jogging). Así mismo, la bicicleta puede ser más beneficiosa para las personas con artritis que otras actividades aeróbicas porque pone menos estrés en las rodillas, pies y articulaciones del tobillo. Los ejercicios recreacionales apropiados, incluyendo los deportes, pueden ayudar mucho a la mayoría de las personas con artritis, pero solamente si son precedidos por un programa de rango de movimiento, de fortalecimiento y ejercicios aeróbicos para reducir la posibilidad de perjuicio. Comenzando un nuevo programa de ejercicios Sin importar tu condición, antes de empezar con cualquier programa de ejercicios, conversa acerca de las opciones con un doctor. También, empieza nuevos programas de ejercicio bajo la supervisión de un fisioterapeuta o un terapeuta ocupacional, preferiblemente uno que tenga experiencia de trabajo con pacientes con artritis. Las personas con artritis que están empezando un programa nuevo de ejercicios deben pasar algo de tiempo acondicionándose a usar un programa que solamente consista en ejercicios de rango de movimiento y de fortaleza, dependiendo de su condición física y atlética. Los ejercicios de resistencia deben ser agregados gradualmente y solo cuando te sientas cómodo con el nivel actual de tu estado físico. Como cualquier cambio en el estilo de vida, tu cuerpo tendrá que tomar tiempo para adaptarse a tu nuevo programa. Durante las primeras semanas, puede ser que notes cambios en la manera en que se sienten tus huesos, cambios en tus patrones de sueño o diferentes niveles de energía. Estos cambios deben ser esperados con el incremento de los niveles de actividad. Sin embargo, los niveles de ejercicios o programas inapropiados pueden ser nocivos, haciendo que los síntomas de la artritis empeoren. Consulta a tu doctor o fisioterapeuta y hazle un ajuste a tu programa si experimentas alguno de los siguientes síntomas: Fatiga inusual o fatiga persistente Dolor agudo o incremento de dolor Incremento de la debilidad Decrecimiento del rango de movimiento Incremento de la hinchazón de las articulaciones Dolor continuo (que dure más de 24 horas) El tratamiento efectivo de la artritis debe incluir un equilibrio cómodo del rango de movimiento, ejercicios de fortaleza y ejercicios de resistencia. Pero, sin importar el programa de ejercicios que selecciones, es importante que empieces lentamente y que escojas un programa con el que disfrutes para que lo mantengas. Haz que el ejercicio sea parte de tu rutina semanal para que se convierta en un compromiso de por vida. Esta información proviene de la Cleveland Clinic y no es su intención reemplazar el consejo de su médico o proveedor de servicios de salud. Por favor consulte a su proveedor de salud par información acerca de una condición médica específica. ©The Cleveland Clinic 1995-2011
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